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Updated: 23 April 1999 NATO Speeches

En el Acto
Conmemorativo

Washington
23 Abr. 1999

Intervencin

del Presidente del Gobierno de Espaa, Jos Maria Aznar

No es frecuente que una Alianza celebre su cincuenta aniversario. La historia nos muestra que aqullas que surgieron entre naciones desaparecieron una vez logrados -o frustrados- los limitados objetivos que las promovieron.

Los objetivos que hace cincuenta aos se plantearon los aliados no eran limitados, sino permanentes: la defensa de los derechos humanos, de la libertad individual, de la democracia sin adjetivos. Por eso, hoy, reunidos en la ciudad que vio nacer a la Alianza Atlntica, tenemos el privilegio de celebrar un xito.

Doy afectuosamente la bienvenida a los tres nuevos aliados que se incorporan a un empeo conjunto. Agradezco al Presidente de los Estados Unidos de Amrica su hospitalidad y el esmero con el que ha preparado esta Cumbre.

Hace apenas dos aos, con motivo de la Cumbre de Madrid, y a la vista de lo que se ha denominado arquitectura de seguridad, deca que la antigua frase lapidaria de "Si quieres la paz, prepara la guerra" poda sustituirse por "Si quieres la paz, garantzala".

Afirm tambin que la Alianza Atlntica haba servido fielmente a tal premisa. Hemos querido la paz, y por medio de ella la hemos garantizado. La Alianza se haba mostrado como un trascendental foro de negociacin de la diplomacia preventiva.

Aad entonces que pertenezco a la primera generacin que no ha vivido los horrores de la guerra ni ha padecido las secuelas que de ella se derivan.

Hoy, cuando en el viejo solar europeo la Alianza est llevando a cabo una accin militar de profundo significado, tengo que reafirmarme en el sentido de mis palabras.

La Alianza Atlntica est siendo el instrumento que nuestros pueblos -los pueblos que ms velan por los derechos humanos y por la libertad- han decidido utilizar para acabar con la ignominia de quienes atentan contra la paz al despreciar la dignidad del hombre.

Me siento orgulloso de pertenecer a esta generacin, lo cual me alivia la pesadumbre de tener que adoptar decisiones no queridas por nadie, pues estn dictadas por el dolor y el sufrimiento de las gentes.

Esta Cumbre, que no es colofn del siglo XX, sino umbral del siglo XXI, transcurre en momentos difciles.

Pero es ahora cuando en verdad se acrisolan los principios que nos hacen fuertes: la cohesin, la determinacin, el compromiso con la defensa de los derechos humanos.

Es ahora cuando debemos tener la visin de quienes se reunieron en esta ciudad hace medio siglo para que nuestra Alianza siga uniendo las dos orillas del Atlntico en el siglo XXI.

Es ahora cuando empezamos a garantizar la paz y la libertad para nuestros hijos.

Seores Jefes de Estado y de Gobierno, en este 23 de abril, aniversario de la muerte de D. Miguel de Cervantes, no puedo dejar de recordar una de las ms famosas frases del Caballero de la Mancha:

"La libertad es uno de los ms preciosos dones que a los hombres dieron los Cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra y el mar encubre; por la libertad se puede y se debe aventurar la vida".

Esta Alianza ha sido un xito por haber sabido defender con realismo este sueo de Don Quijote. De nosotros depende que lo siga siendo en el siglo que comienza.

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